Los embragues son el caballo de batalla de los automóviles modernos: situado entre el motor y la transmisión, el embrague está sometido cada vez a mayor presión, derivada de una mayor potencia, un mayor par de torsión y un mayor peso. Por eso, los expertos de ZF Services aconsejan a los conductores llevar sus vehículos al taller inmediatamente, para determinar la causa de los problemas, incluso los de menor importancia.
En los últimos diez años, la media de potencia en los turismos de nueva matriculación en Alemania ha aumentado de 90 a 103 kW. Los pares para los motores diesel más potentes, se elevaron aún más. Hoy en día, 400 Nm ya no es una excepción. Al mismo tiempo, el peso del vehículo ha aumentado en un promedio de 50 Kg. Todos estos avances suponen mayores exigencias para el sistema de embrague. Los expertos de ZF Services están observando un nuevo fenómeno: “Debido al aumento de la potencia del motor, muchos conductores apenas son conscientes de las pesadas cargas de las que tiran sus vehículos. Incluso los potentes SUVs que tiran de unas dos toneladas, desarrollan un muy buen rendimiento en carreteras de montaña y este tipo de conducción resulta muy duro para el embrague.”
Por lo tanto, los daños en el sistema de embrague son cada vez más comunes. Lo que a menudo parece ser un problema insignificante al principio, como son los tirones al ponerse en marcha, puede convertirse rápidamente en una costosa reparación. Si el embrague está permanentemente sujeto a una gran sobrecarga puede verse dañado. La fricción entre el disco y la prensa del embrague o el volante bimasa provocada por la sobrecarga puede, a su vez, provocar sobrecalentamientos aislados. Estos sobrecalentamientos aumentan el riesgo de grietas en las superficies de fricción de la prensa de embrague y el volante, así como daños en el disco de embrague. Por otra parte, estos sobrecalentamientos pueden provocar un fallo completo del volante bimasa (DMF) ya que si el lubricante especial del volante bimasa se expone continuamente al calor, puede llegar a endurecerse. Si esto llegase a pasar, el volante bimasa debería ser reemplazado.
Otros posibles motivos de embragues defectuosos pueden ser los forros manchados de grasa o aceite por la parte del cigüeñal o por la parte de la caja de cambios. Además, el exceso de grasa en el eje primario de la caja de cambios o en el cojinete piloto, provocan frecuentemente que los forros se engrasen o ensucien. Todo esto, puede causar un cambio en el comportamiento de fricción entre el disco y la prensa de embrague o el volante bimasa. Por lo tanto, es importante analizar a fondo el origen del problema y solucionarlo de rápidamente.
En general, cuando se sustituye un embrague, es importante examinar cuidadosamente los componentes adyacentes. Eso puede evitar daños mayores y una reparación más compleja.
Para los vehículos con un embrague accionado hidráulicamente, la entrada de aire en el sistema también puede causar problemas de funcionamiento. Incluso los cojinetes del motor desgastados o desajustes del motor, pueden ser razones para modificar el recorrido de accionamiento del embrague. Si la fuente del problema se identifica en los componentes adyacentes, entonces se tiene que desmontar la caja de cambios y el embrague.
Los expertos de ZF Services quieren compartir algunos consejos para la prevención de daños:
- La limpieza absoluta es fundamental. Incluso tocar el embrague con las manos grasientas puede dar lugar a futuros problemas de funcionamiento del mismo.
- El estriado del embrague tiene que estar engrasado correctamente. Si se usa demasiada grasa se puede provocar un mal funcionamiento del embrague.
- Además, verifique el alabeo antes de la instalación.
- Para evitar posibles daños en el estriado, no fuerce a la hora de encarar el disco de embrague con el eje primario.
- Los tornillos de fijación deben ser apretados según los requisitos exigidos, apretando en cruz y con el par de apriete especificado. Los expertos de ZF Services recomiendan inspeccionar a fondo el sistema de accionamiento, y sustituir las piezas desgastadas si fuese necesario.
Los componentes adyacentes y la zona de alrededor del embrague también deben ser inspeccionados durante la sustitución del mismo. Si cualquiera de los componentes adyacentes está roto o defectuoso, también debe ser reemplazado.
Fuente: www.zf.com