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Nov 2017
¿Tu coche lleva filtro de partículas? ¿Sabes que debes regenerarlo?
El filtro de partículas también conocido como FAP o DPF- es un dispositivo ubicado en el tubo de escape que se encarga de retener todas las partículas sólidas generadas por los motores diésel. Una vez que el filtro está “lleno” de esas partículas, él mismo se encarga de incinerarlas, reduciendo así el nivel de emisiones contaminantes. Este proceso se conoce como regeneración.
¿Lo llevan todos los diésel?
No, aunque cada vez es más habitual en los modelos nuevos para cumplir con la normativa anticontaminación Euro V y la futura Euro VI -hoy lo emplean en torno al 65% de los modelos-. Por eso, si tu coche es de antes de 2006, lo más probable es que no lo lleve -y, en ese caso, tampoco es obligatorio que lo instales, eso sí, para asegurarte de ello, mira en tu libro de mantenimiento… o pregunta en el taller cuando realices la próxima revisión.
¿Qué pasa si se avería?
Se encenderá la luz de avería del motor en el cuadro de instrumentos y es posible que el motor falle. Además, no pasarás la ITV. Repararlo puede costar unos 1.200 euros.
¿Cómo elimina las partículas?
Depende del uso que le demos al vehículo. De media, el filtro necesita que se circule durante una media hora aprox. por encima de unas 2.500 rpm para que los gases de escape alcancen una temperatura lo suficientemente elevada -unos 600 grados- como para que se incineren las partículas sólidas. Si se circula muy poco por encima de este régimen, cuando el filtro está “lleno” de esas partículas, el propio motor tendrá que realizar un ciclo de regeneración; para ello, inyectará más carburante del habitual, algo que aumenta la temperatura de los gases de escape. Estos ciclos se pueden producir cada 1.000 ó 1.200 km -depende del tipo de uso- y, durante este proceso, el consumo de combustible aumenta -un 10-15%- y el sonido del motor se vuelve más grave; suele durar unos 20 minutos, durante los cuales se puede circular -el motor no debería perder rendimiento-… pero no se debe parar el motor. Si se interrumpe este ciclo en más de tres ocasiones, un testigo luminoso nos indicará que debemos acudir al taller para que realicen allí la regeneración. De lo contrario, se puede averiar el filtro… y su coste ronda los 1.200€ de media.
¿Cómo alargar la vida del filtro de partículas?
Respeta su mantenimiento. Sigue el plan de mantenimiento que indique tu fabricante, prestando especial atención al tipo de aceite motor. Los modelos con filtro de partículas suelen emplear un aceite Low Saps, preparado para soportar la “contaminación” que produce en el aceite el hecho de inyectar más carburante del necesario cuando hay que aumentar la temperatura del escape para realizar una regeneración. Evita los trayectos cortos. En ellos, el motor no suele alcanzar su temperatura ideal de funcionamiento… y el filtro tampoco, por lo que se satura con más facilidad y el motor necesitará iniciar un ciclo de regeneración cada poco tiempo -incluso, cada menos de 1.000 km-.
Sal de vez en cuando a carretera. Circular sólo por ciudad provoca que el filtro acumule muchas partículas sólidas. Además, como el escape trabaja a poca temperatura, el motor se ve obligado a realizar regeneraciones activas cada poco tiempo. Por eso, es recomendable que, cada 800 ó 900 km, circules por autopista a unos 3.000 rpm durante unos 15 minutos.
Además… algunos filtros de partículas utilizan un aditivo que deben recargar en el taller y que ayuda a quemar las partículas sólidas.
Fuente: autofacil.es